CAPITULO 5
Ana-Lucia esta acostada sobre la cama,durmiendo,se despierta a las 3 de la madrugada, se dirige al refrigerador y se sirve un vaso de leche PIL,mira el retrato
de Toucherin.Levanta la fotografia del escritorio y piensa en los años juveniles que habian pasado al lado de ese hombre.
Se dirige hacia la ducha,cubriendo su cuerpo desnudo con una toalla, se quita la toalla y sus nalgas abundantes logran captar la atencion del hombre que esta observandola.
Debajo de la ducha,comienza a lavarse las tetas con jaboncillo y cierra los ojos, suspira mientras imagina las manos de Harry tocando sus pechos.
Sale de la ducha desnuda y se acuesta en la cama,se mira en un espejo en miniatura y ve una lagrima bajar de su ojo izquierdo.
Extraña demasiado a el hombre que pudo realmente amar,una sombra se acerca a la puerta y mete un sobre por el buzon que hay en la puerta.
Ana-Lucia se levanta asustada, se coloca rapidamente una braga roja y saca su revolver de su pequeña mesa de lectura, se dirige hacia la puerta y levanta el sobre.
Revisa el nombre del remitente,lee El asesino de todos los santos y no quiere abrir la carta porque sospecha que puede contener alguna sustancia quimica venenosa o algun virus.
Vivir en New York la habia convertido en una paranoica policia,y habia aprendido que muchas veces la paranoia era acertada en la mayoria de las experiencias personales de los miembros del NYPD.
El hombre que la observaba apaga su camara fotografica y sonrie maliciosamente.Ella sentada en un sofa usa el telefono movil para llamar a la policia de la ciudad.Nadie contesta,apaga el telefono movil y colocando el revolver en su cabeza piensa en la identidad del sujeto que ha dejado la carta misteriosa.